¿Cómo afecta la prostatitis a la vida sexual de un hombre?

La prostatitis siempre va asociada a sensaciones muy desagradables para el hombre: problemas para orinar, erecciones inestables, etc. La calidad de vida con la inflamación de la próstata se deteriora gravemente. Sin embargo, cuando los problemas emergentes empujan a visitar al urólogo, no siempre se tiene en cuenta la cuestión de la vida sexual del paciente. De hecho, las relaciones sexuales con prostatitis a menudo se asocian con diversos tipos de trastornos eréctiles, por lo que muchos pacientes no intentan tener relaciones sexuales en absoluto. Pero en algunos casos los problemas no son tan pronunciados, el paciente permanece sexualmente activo, por lo que los placeres de la vida sexual no le son ajenos. ¿Es posible tener relaciones sexuales si la glándula está inflamada o esos placeres todavía están prohibidos?

Las relaciones sexuales regulares son extremadamente beneficiosas para un hombre con prostatitis

La próstata y su papel en la vida del hombre.

En primer lugar, conviene comprender la importancia de la próstata en la vida de cualquier hombre. La próstata es el órgano más importante del cuerpo. Si está dañado, puede desarrollarse infertilidad masculina e incluso oncología. Por tanto, es importante mantener la salud en general y el órgano en particular, lo que permitirá al hombre mantener la energía y la vida sexual hasta la vejez. Este órgano con forma de castaña se encuentra delante del recto, debajo de la vejiga, y rodea el canal urinario.

La próstata está formada por tejidos glandulares que producen jugo prostático y estructuras musculares que obligan a esta secreción a moverse a través de los conductos glandulares, lo que elimina la posibilidad de congestión y, por tanto, previene el desarrollo de procesos inflamatorios en la glándula prostática. El órgano realiza tres funciones importantes:

  1. Motor.Entre los lóbulos prostáticos hay estructuras musculares, debido a cuya contracción se produce retención urinaria durante una erección activa y la liberación de esperma. Si se altera el funcionamiento de la próstata, aparecen problemas de naturaleza eréctil y urinaria. Es sobre esta base que los médicos suelen determinar que la actividad motora prostática está alterada.
  2. Secretor.Consiste en producir una secreción especial que contiene una masa de sustancias enzimáticas bioactivas como colesterol y proteolitos, aminas y fosfolípidos biogénicos, citrato de citrato y zinc. Esta secreción crea un caldo de cultivo para los espermatozoides cuando se liberan con los espermatozoides durante la eyaculación. La producción total de secreciones está controlada por la testosterona, que se produce en los testículos y las glándulas suprarrenales.
  3. Barrera.El jugo prostático contiene muchas sustancias enzimáticas y polianas que impiden la penetración de agentes infecciosos en el tracto urinario.

En pocas palabras, la próstata es responsable de la potencia y otras funciones que aseguran el intercambio de sustancias hormonales sexuales, lo que tiene un efecto positivo en la vida sexual y la salud del sistema genitourinario. El funcionamiento de todo el sistema reproductor masculino depende de la actividad de la glándula. Según la clasificación científica, las funciones prostáticas se dividen en tres áreas principales, pero en realidad existen muchas más. Por tanto, incluso una ligera desviación en el funcionamiento de la glándula puede tener consecuencias bastante graves.

¿Cuáles son los peligros de las patologías de la próstata?

Muchos hombres no se toman lo suficientemente en serio las patologías prostáticas. Mientras tanto, no se pueden ignorar las lesiones inflamatorias de la próstata, ya que son un desencadenante del desarrollo de patologías genitourinarias peligrosas. Las estadísticas dicen que después de los 45 años, en ausencia de medidas preventivas, uno de cada dos hombres muestra signos de procesos inflamatorios en los tejidos de la próstata. Además, en el 50% de estos pacientes el diagnóstico revela prostatitis crónica y avanzada.

La prostatitis suele ir acompañada de una falta de deseo sexual en los hombres.

La necesidad de tratamiento de la prostatitis se debe al alto riesgo de complicaciones. En primer lugar, se produce una notable disminución de la función eréctil y del deseo sexual, y falta de erección. Casi todas las patologías prostáticas y genitourinarias van acompañadas de síntomas similares. Si un hombre evita las relaciones sexuales, se puede sospechar el desarrollo de inflamación prostática, especialmente en ausencia de erecciones matutinas y micción frecuente por la noche.

En segundo lugar, la prostatitis no tratada puede complicarse por la cronicidad del proceso inflamatorio y su propagación a otras estructuras pélvicas como la uretra, las vesículas seminales o los testículos. Además, la falta de tratamiento para la prostatitis puede provocar sepsis y abscesos del tejido prostático, procesos escleróticos en la próstata. Además, el abandono del tratamiento es peligroso para el desarrollo de disfunción eréctil, infertilidad e incluso lesiones tumorales malignas en la glándula.

Los machos amorosos deben tener especial cuidado, porque la presencia de un proceso inflamatorio indica la presencia de microorganismos patógenos que lo causaron. Los cambios frecuentes de pareja sexual amenazan el desarrollo de infecciones de transmisión sexual, que posteriormente provocan inflamación de la próstata. Y será mucho más difícil destruir múltiples microorganismos patógenos como la clamidia y la micoplasmosis, los estreptococos o estafilococos, las tricomonas o la gardnerella. Por lo tanto, los hombres especialmente promiscuos necesitan utilizar métodos anticonceptivos de barrera para prevenir patologías prostáticas y enfermedades de transmisión sexual.

La prostatitis de pareja también es peligrosa para las mujeres, ya que después de las relaciones sexuales el proceso inflamatorio puede extenderse a la membrana mucosa de la uretra de la mujer y luego a la vejiga, como resultado de lo cual se desarrolla cistitis después de las relaciones sexuales. Por tanto, no se puede ignorar la patología.

Prostatitis y sexo

La mayoría de los pacientes dudan de que sea posible tener relaciones sexuales con prostatitis. La pregunta es ambigua.

Los expertos dicen que con la prostatitis es necesaria cierta abstinencia en términos de placer sexual, pero al mismo tiempo es importante tener relaciones sexuales regulares. Estas recomendaciones son mutuamente excluyentes, pero tienen su lugar.

Como sabes, una excelente prevención de la congestión prostática es el masaje glandular. Y el mejor masaje son las relaciones sexuales, durante las cuales se produce la eyaculación, acompañada de contracciones de los músculos glandulares y pélvicos. Como resultado, la secreción acumulada se libera de la glándula junto con la eyaculación y aumenta el flujo sanguíneo en la pelvis pequeña, lo que contribuye a la eliminación acelerada de los productos de descomposición. Por tanto, la intimidad sexual ayuda a normalizar la actividad de la próstata.

Una vida sexual plena con una sola mujer evitará el desarrollo de prostatitis

Si consideramos el problema desde el punto de vista de la dinámica del proceso patológico, está claro que la abstinencia sexual indicada por un especialista provocará, por el contrario, un empeoramiento de la condición patológica del paciente. Resulta que el sexo es bueno para ti. La práctica demuestra que es imposible resolver el problema de los fenómenos congestivos prostáticos sólo con la ayuda de medicamentos, incluso los más eficaces. Es necesario un curso de sesiones de masaje prostático profundo, es decir, tener relaciones sexuales trata la prostatitis. Los hombres deben recordar que la falta de demanda del órgano glandular, es decir, la abstinencia sexual prolongada, conducirá inevitablemente al estancamiento, lo que sólo agrava el estado inflamatorio de la próstata.

Por tanto, la prostatitis y el sexo son condiciones completamente compatibles, pero la etapa del proceso patológico y el grado de su gravedad son importantes, porque en algunas formas de prostatitis el sexo puede ser perjudicial y, por tanto, contraindicado. Además, a veces la enfermedad es tan grave que el hombre se ve físicamente incapaz de cumplir con sus deberes conyugales. Por tanto, en cada caso individual es necesaria la consulta con un urólogo.

¿Cómo afecta la prostatitis a la vida sexual?

Las lesiones inflamatorias de la próstata ocurren en el 30-40% de los hombres de 25 a 45 años, y cada vez se encuentran más pacientes jóvenes con esta patología. Algunos expertos sugieren que el desarrollo de la prostatitis se ve favorecido por una vida sexual insuficientemente regular de los pacientes, lo cual es cierto hasta cierto punto. Con las relaciones sexuales regulares, la funcionalidad de las estructuras reproductivas del hombre tiene un efecto beneficioso y se restablece el estado hormonal. Pero la actividad excesiva o los contactos sexuales insuficientes pueden provocar el desarrollo de daño inflamatorio en los tejidos prostáticos. En el contexto de relaciones sexuales poco frecuentes, es posible la congestión en la próstata y las estructuras pélvicas en general.

  • El estancamiento de la secreción prostática y del flujo sanguíneo contribuye al desarrollo de patologías infecciosas y a la cronicidad del proceso prostático agudo.
  • Pero la actividad sexual excesiva también puede provocar el desarrollo de inflamación prostática, especialmente si un hombre cambia de pareja con demasiada frecuencia.
  • Esta actividad sexual se asocia con un alto riesgo de transmitir infecciones que pueden desencadenar el desarrollo de prostatitis.

Afecta la probabilidad de desarrollar prostatitis y la calidad de la intimidad sexual. Durante la excitación sexual, aumenta el flujo sanguíneo en la pelvis, la sangre fluye hacia los genitales y la próstata. Cuando se produce un orgasmo, comienzan las contracciones de la glándula, con la ayuda de las cuales elimina el exceso de sangre en los canales vasculares. Por tanto, las relaciones sexuales plenas son una especie de método preventivo contra el desarrollo de lesiones inflamatorias en la glándula. Esto demuestra que es posible tener relaciones sexuales cuando se trata la prostatitis. Lo único que importa es cómo. El contacto sexual interrumpido o demasiado prolongado, por el contrario, aumenta la probabilidad de inflamación de la próstata.

Desafortunadamente, las patologías prostáticas van acompañadas de graves trastornos sexuales. Para comprender cómo afecta la prostatitis a la vida sexual, basta con observar las posibles complicaciones de la patología, entre las cuales la disfunción eréctil, es decir, la impotencia, es bastante común. La mitad de los pacientes prostáticos experimentan trastornos eréctiles y erecciones debilitadas de diversa gravedad. Y el 25% de los pacientes tienen problemas en forma de baja libido y deseo sexual. Estos cambios afectan negativamente la calidad de la vida sexual y personal de los pacientes. Como resultado de los problemas de erección, casi todos los hombres notan una disminución en la frecuencia de las relaciones sexuales debido a la prostatitis. Como resultado, las relaciones con las parejas sexuales se deterioran e incluso terminan.

En el contexto de los problemas sexuales que surgen, también se desarrollan problemas psicológicos; según las estadísticas, el 75% de los pacientes con prostatitis presentan algún síntoma como una carga psicológica. Esta condición ocurre bajo la influencia de varios factores, como el dolor crónico al orinar, la erección y la eyaculación, lo que conduce a una restricción subconsciente de las relaciones sexuales.

Tratamiento de la prostatitis con sexo.

Entonces, se dijo anteriormente que la actividad sexual con prostatitis solo se recomienda, pero no se deben abusar de tales recomendaciones, de lo contrario el tratamiento puede ser perjudicial. Aquí, al igual que cuando se toman medicamentos, la dosis y el régimen de tratamiento son importantes. Por lo tanto, el tratamiento de la prostatitis con relaciones sexuales requiere el cumplimiento de ciertas reglas.

  1. Para empezar, vale la pena aprender que la intimidad sexual debe ser regular. La regularidad aquí no significa muchas relaciones sexuales. La intimidad debe tener lugar en condiciones de intensidad moderada, para no provocar violaciones adicionales y no causar aún más daño a la próstata inflamada ya dañada. La duración de dicho tratamiento no importa, lo principal es que cada contacto finaliza con la eyaculación obligatoria. En presencia de inflamación crónica, a los pacientes a menudo les molestan sensaciones dolorosas, en tal situación es necesario abstenerse de los placeres sexuales por un tiempo. Si la paciente no es reacia a tener relaciones sexuales incluso en presencia de dolor, se recomienda utilizar un método anticonceptivo de barrera. Esto es necesario para evitar la transmisión de microflora patógena a una pareja sexual.
  2. Por lo tanto, a los pacientes se les permite tener relaciones sexuales, pero un requisito obligatorio para la vida sexual con prostatitis es la monogamia: debe haber una pareja para tener relaciones sexuales. Este requisito se debe a la microflora individual de cada persona, por lo que al cambiar de pareja sexual se produce un contacto no deseado con varios microbios. Aunque no son de naturaleza patógena, aún pueden provocar complicaciones del proceso inflamatorio, ya que a la glándula afectada le resulta difícil combatir microorganismos extraños.
  3. Si una pareja tiene sexo anal, entonces es necesario usar condón, porque el recto de la pareja también tiene su propia microflora que, al penetrar a través de la uretra hasta el tejido prostático, puede provocar diversas complicaciones.

La prostatitis no se puede eliminar únicamente con medicamentos, se requiere estimulación y masaje del tejido prostático, lo que se puede lograr mediante relaciones sexuales regulares.

Prevención de la prostatitis

El sexo es un remedio muy eficaz no sólo en el tratamiento de la congestión y la inflamación prostática, sino también en la prevención de dichas afecciones. ¿Cuáles son los beneficios preventivos de las relaciones sexuales? Durante el contacto sexual, se libera en el cuerpo masculino una potente sustancia anestésica que ayuda a afrontar las sensaciones incómodas y dolorosas. Si un dolor insoportable interfiere con una vida sexual normal y satisfactoria, aproximadamente media hora antes de la intimidad puedes tomar un analgésico para poder hacer el amor sin obstáculos.

Si el paciente tiene prostatitis de origen bacteriano, el masaje prostático está contraindicado. En esta situación, las relaciones sexuales regulares ayudarán a afrontar la congestión prostática y estimularán la secreción de jugo prostático.

Si un hombre tiene relaciones sexuales regularmente con una sola pareja, no encontrará una condición patológica como la prostatitis, siempre que no haya otros efectos en la próstata o las estructuras pélvicas cercanas. Según las estadísticas, la probabilidad de desarrollar próstata con una actividad sexual regular se reduce considerablemente. Si a un hombre ya se le ha diagnosticado inflamación prostática aguda, mediante la práctica de relaciones sexuales regulares evitará la degeneración de la forma aguda de la patología en una crónica.

Cuando se le diagnostica prostatitis, un hombre debe controlar estrictamente su estilo de vida y sus parejas sexuales. El tratamiento debe ser prescrito por un especialista. En la vida sexual, es mejor centrarse en una mujer, entonces el sexo regular acelerará la recuperación, evitará el desarrollo de complicaciones prostáticas y aliviará al paciente de la congestión en los tejidos glandulares.